Algunas veces pasan los días, y es algo tan especial pero al mismo tiempo tan banal, que es imposible conmemorar el hecho de estar vivo, es justo en ese momento que es fácil sentirse, triste, llorar, con hambre, una maldita hambre que no se puede llenar ni con el mejor bocado del mundo, ya podría ser algo preparado por Heston blumenthal.
Cuando el vacío es gigante, con nada se puede llenar, quizás es un estado momentáneo de depresión, o son los tiempos modernos que nos exigen mucho, lo cierto es que la música es un cóctel inmediato para olvidarse.
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