Permitame contarle el placer de perderse en las páginas de un libro, como todo aquél que realiza un ritual en el que solo se conecta con el mundo, y con el estado de viajar a países distintos, a mundos a sistemas, estando en el mismo lugar.
Quisiera ser algo más que breve, pero quizás no tenga ni el tiempo ni las ganas para poder seguir escribiendo, es similar a lo que ocurre con los corazones suicidas, sus cartas suelen ser cortas, en algunos momentos ni siquiera existen cartas, no hay mucho que decir cuando ya se ha perdido todo.